Joyería y accesorios artesanales: Arte que sana y brinda esperanza
La Fundación Victoria Elena concluye tercer ciclo formativo.
Cuando el arte cura y ayuda a cumplir sueños…
Unos cien niños, niñas y adolescentes de Tuluá se han puesto ‘manos a la obra’ para aprender y recuperar técnicas ancestrales, gracias a un programa gratuito de la Fundación Victoria Elena y que tuvo el apoyo de personas y entidades que amorosamente se han vinculado al mismo.
Los participantes de la Casa de Protección a la Niñez, Mundo Nuevo –de Tuluá-, han adquirido una destreza que les sirve para manejar sus emociones y un saber que les genera ingresos –mediante el cual pueden cumplir sueños y propósitos a futuro.
Esta tercera semana de febrero se cierra el tercer ciclo de capacitación en artes, en este caso con un taller de bisutería en miyuki y mostacilla y otro en elaboración de empaques ecológicos con los niños más pequeños.
Para Luz Elena Rodríguez Hurtado, directora ejecutiva de la Fundación Victoria Elena, “lo importante es cómo a través de una suma de voluntades y conocimientos se logra transformar vidas por medio de las artes manuales”.
Los participantes en esta última etapa recibirán, a manera de reconocimiento, un juego de materiales y herramientas para que prosigan su práctica en la institución y fuera de ella.
El programa comenzó con la ayuda de la Red de Monitores Culturales del Valle y la Secretaría de Bienestar Social de Tuluá en 2023, que donaron recursos, producto de una subasta de pinturas de niños y niñas de la ciudad y realizada a finales del año 2022, y así continuar programas de capacitación en artes y oficios a los niños, niñas y jóvenes de la Casa de Protección de la Niñez, Mundo Nuevo.
La Fundación Victoria Elena, en alianza con la Casa de Protección y la instructora Durley Jaimes Rodas, iniciaron el taller de “joyería y accesorios artesanales” en julio de 2023; ya en septiembre del mismo año se llevó a cabo en las instalaciones de la institución la primera feria “Emprende con el corazón”, que permitió a los aprendices mostrar y vender los accesorios realizados con sus manos y creatividad.
La artesana e instructora Dur, remarca entre los beneficios de estos talleres, “el aporte terapéutico que tiene esa práctica artística que exige habilidad motriz fina y capacidad de concentración”.
“Muchos chicos y chicas, que afrontan situaciones de vida difíciles, comparten con otros, dan vía libre a su creatividad y aprenden estrategias para enfrentar sus retos de salud mental”.
Dado el éxito de esta primera etapa y gracias al apoyo de personas y entidades que se han vinculado a este proyecto, tanto a nivel nacional como internacional, entre los que se cuenta a Sebastián Bojassen y el Club Rotario Tuluá, se pudo llevar a cabo el segundo ciclo del programa de joyería y accesorios artesanales.
Luego, gracias al espacio concedido en la cuarta versión de la Feria BOHO, el pasado 17 de diciembre, los jóvenes de la Casa de Protección pudieron ofrecer accesorios en peyote, macramé y mostacilla, con excelentes y motivadores resultados para ellos.
Finalmente, dado el éxito de estas dos etapas anteriores, la organización Cuso International, apoyó una tercera parte de este programa, para que los jóvenes pudieran aprender nuevas técnicas y asimismo, capacitar a los niños y niñas más pequeños en elaboración de empaques ecológicos.
La nueva camada de alumnos de este programa de joyería y accesorios, liderados por la artesana Dur y su equipo de trabajo, como el de empaques ecológicos, facilitados por las talleristas Sandra y Milena Martínez, tuvieron la oportunidad de exhibir y vender sus creaciones en la Muestra Artesanal cumplida el pasado sábado 17 de febrero en el Supercentro Tuluá.
Muchos visitantes del centro comercial admiraron y pudieron adquirir los accesorios –prendedores recamados, pulseras, pines y pendientes, y empaques y bolsas de regalo en materiales ecológicos, así como interactuar y conocer lo que nuestros niños, niñas y jóvenes han crecido y se han fortalecido física y emocionalmente con estos nuevos aprendizajes.
Sergio, de 9 años, uno de los beneficiarios del taller de joyería y accesorios, afirma que “he tenido una buena experiencia en estos cuatro meses con la Fundación Victoria Elena… me parece que nos puede servir para más adelante, una oportunidad que otros niños no pueden tener ni hacer… pasar el tiempo libre haciendo algo productivo”.
Al generar este tipo de oportunidades, alianzas y facilitar nuevos conocimientos en artes y oficios, en Victoria Elena seguimos brindando esperanza a nuestros jóvenes y poniéndole el corazón a lo que hacemos.
Lorem fistrum por la gloria de mi madre esse jarl aliqua llevame al sircoo. De la pradera ullamco qué dise usteer está la cosa muy malar.